Diez años después de su lanzamiento, la sonda
Opportunity sigue entregado valiosa información sobre Marte: El
vehículo no tripulado analizó lo que puede ser la roca más antigua encontrada hasta ahora, conocida como Esperance 6
y que contiene evidencia que apoya la idea de que una vez el agua
fluyó en abundancia en el planeta rojo, dejando minerales a su paso.
"Hay importantes pruebas de que el agua interactuó
con esta roca y cambió su composición química y su mineralogía de una
forma drástica", afirmó el principal investigador de la misión, Steve
Squyres de la Cornell University.
Squyres describió el hallazgo como "uno de la más
importantes" de la década de misión porque muestra una composición
química muy diferente a la mayoría de los descubrimientos previos sobre
agua en el planeta rojo, en la actualidad un lugar tremendamente
seco.
El análisis reveló restos de un tipo de agua que
podría ser potable y que se remonta a hace miles de millones de años en
la historia marciana, cuando las rocas de arcilla se formaban bajo un
PH más neutro, mucho antes de que las condiciones se convirtieran en
mucho más duras y el agua en más ácida, dijo Squyres.
Las herramienta de abrasión de la roca, el
espectrómetro de rayos X por radiación alfa y las imágenes del
microscopio del vehículo espacial proporcionaron los detalles a los
científicos en la Tierra, que pueden aprender de Marte sin necesidad de
trasladar sus rocas a nuestro planeta.
Opportunity y su rover gemelo Spirit fueron lanzados
en 2003 y alcanzaron Marte en enero de 2004 para lo que era
inicialmente una misión de exploración de tres meses. Ambos han
realizado descubrimientos de la evidencia de entornos húmedos en el
antiguo Marte.
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